Auriculares Sennheiser CX-300 II Precission

Hoy os traigo una recomendable opción de compra si buscáis unos buenos cascos "in-ear" de precio razonable y buena calidad.


Motivada por mi creciente melomanía, la búsqueda de unos auriculares aceptables me ha llevado a considerar el vender un riñón para comprarme unos fabulosos auriculares de marca Shure que había que traer de EE.UU. y por los que iba a dejar, entre pitos y flautas, no menos de 200€.

Pero, como decimos los asturianos, "nun me lo llevaba el papu", por lo que al final preferí conformarme con una opción más económica. Y ahí es donde aparece la estupendísima marca alemana Sennheiser.

Como quería unos auriculares para andar por la calle, reduje mi búsqueda a modelos discretitos "in-ear". Es decir, auriculares que se introducen en el canal auditivo, y no los grandotes estos con diadema que llaman tanto la atención. Pero me preocupaban dos aspectos:

• Aislamiento del ruido externo: al no cubrir toda la oreja tenía miedo de que se filtraran sonidos de afuera.
• La audición de los bajos: algo importante si quieres disfrutar de la música en su plenitud... Al ser altavoces muy pequeños pueden no tener la "sensibilidad" suficiente como para reproducir los sonidos de los bajos.

Entonces me fijé en dos modelos de la casa Sennheiser: el CX-300 II, 50€ en Fnac, y el CX-400 II, 70€ en una tienda de música pues en Fnac no los encontré.

Sin adentrarme en demasiados datos técnicos, os diré que son muy similares. Incluso estéticamente son idénticos. Ambos packs incluyen además gomas de repuesto de diferentes tallas y una funda para transportarlos. Los 20€ de diferencia son básicamente un cacharrín para enrollarlos que viene en el CX-400.

Finalmente me gasté los 50€ en los CX-300 II Precission, como anuncio en el título de este post. Inmediatamente los conecté al PC y creé una lista de reproducción con música de diversos pelajes: música académica (obviamente jaja), pop, rock y algo de tecno-machaca-encéfalos.

Os digo que la calidad es asombrosa. No sólo aislan perfectamente del exterior (aunque hay que saber colocarse los auriculares y escoger las gomas de la talla adecuada), sino que los bajos se oyen a la perfección. Al escuchar una obra sinfónica, si prestas atención puedes escuchar cada grupo de instrumentos como si estuvieras al lado del director... ¡Ahora tengo que reescuchar toda mi música!

Después cogí uno de los CDs de mi curso de alemán y escuché con estos auriculares algunas frases y la verdad es que es otro mundo...

Bueno, no me enrollo más. Que si buscáis unos auriculares y no sabéis por dónde empezar, considerad compraros unos como estos, que son la repera.

Un saludo!